¿Sabías que hay una forma de hacer que el almidón se convierta en fibra y tu cuerpo lo procese como tal? ¡Este descubrimiento es genial! De esta forma, podemos consumirlo sin miedo a que nos dé los famosos picos de azúcar y el terrible sueño después de comer. Pero… ¿Cómo hacerlo? La manera de lograrlo...